22 oct 2016

"Every prophet in his house"




Una aproximación a Carnivàle (2003, Daniel Knauf)




La eterna pugna entre el bien y el mal. Un tema demasiado recurrente en la narrativa audiovisual. Los grandes productores son conscientes de su alta rentabilidad, y no vacilan ante cualquier oportunidad que se les ponga por delante. "Carnivàle" bebe a grandes sorbos de esta idea, dando una nueva vuelta de tuerca a este género, y mostrando un resultado final que nos corta la respiración.  

La historia nos sitúa en 1934, en el sur de los Estados Unidos, en plena Gran Depresión (tras el crack bursátil de 1929 que condenó a la pobreza a millones de norteameriacanos). Ben Hawkins, un joven huérfano de 18 años, se une a un circo que es una mezcla de freaks, prostitución y vaudeville. Ben tiene poderes curativos que lo asustan y sueña con un mundo donde en lugar de pobreza haya bienestar: es el mundo del Padre Justin, pastor metodista que vive con su hermana Iris en California, en un apacible mundo hasta que comienza a tener visiones. Desde ese momento los caminos de ambos protagonistas se cruzarán de forma inexorable.

Con este argumento, nadie se atrevería a decir que este proyecto carece de atractivo. Y es así. Posee unos contornos de amplias dimensiones. No es la típica historia fantasiosa sobre chico con poderes mágicos predestinado a salvar el mundo. Pudiera parecer así, si somos espectadores superficiales de la historia. Pero en el fondo, ese aspecto únicamente es la coraza. Carnivàle pretende mostrarnos un mundo alejado de cualquier trivialidad barata. 

Según propias declaraciones del equipo del proyecto, este drama pretende ser una recreación de la coyuntura social de la época. Y de ello nos percatamos a lo largo y ancho de las dos temporadas que conforman esta serie. Nos hallamos ante una historia sobre la pobreza, pero no únicamente material, sino también de espíritu. Una historia sobre la marginación social, y sobre cómo los marginados se abren paso, malviviendo, en busca de un porvenir del que han sido vilmente privados. Una historia sobre el bien y el mal, en su sentido más trascendental; un bien y un mal tangibles, que se han hecho carne en la tierra. 


Sobre estas bases argumentales se alzan unos personajes bien definidos y compactos. Qué decir del dúo protagonista-antagonista, el cual logra no solo materializar la idea central de la historia (lucha bien-mal), sino además mostrar los contrastes sociales de la época. Así es, mientras que el Hermano Justin es el icono de la sociedad respetada, e inspira convicción meramente con su semblante, Ben es el reverso de la moneda; un ser descarriado y abandonado, marginado desde su infancia, y rechazado por el propio colectivo en el que intenta integrarse.

Pero sin duda, uno de los elementos que hipnotizan lo constituye la interpretación (y preparación constante) que Clancy Brown (Justin) va acometiendo progresivamente en sus discursos; evoluciona desde una apariencia de religioso bondadoso a un predicador embaucador, con malévolas intenciones ocultas. 


En sus declaraciones, Clancy Brown nos comenta que, para afrontar su papel, tomó como referencia a los grandes oradores de la época. En la época del crack proliferaban aquellos que se dedicaban a congregar a multitud de adeptos, con intenciones de lo más variopinto (poder, reconocimiento, fraudes...). Dentro de estos círculos, destacó el conocido como Movimiento Chautauqua, que fue de gran inspiración para modelar el carácter de nuestro predicador. 


Por su parte, el elenco de personajes secundarios tampoco tiene nada que desmerecer. Todos ellos están dotados de un singular carácter descriptivo, que les permite sobresalir dentro del grupo, pero sin llegar a desembocar en un carisma excluyente, no proyectando de esta manera una opacidad sobre el resto. 

Personajes como Samson (Michael J. Anderson), el enano mandamás de la compañía; Iris (Amy Madigan), hermana de Justin y fiel protectora del mismo; Lodz (Patrick Bauchau), el mentalista ciego que trata de hacer de mentor de Ben; o Sofie (Clea Duvall) que hace de pitonisa junto a su madre, despliegan un impresionante poderío dramático, que contribuye a dotar a la narración de una coherencia textual inmejorable.


Sin duda, es esta una comunidad con personalidades muy pintorescas. Una comunidad que, marginada y apartada de la sociedad como tal, trata de crear un submundo en el que poder vivir. Una comunidad con sus propias normas de convivencia, sus costumbres, su ética y su honor inquebrantable. Una buena muestra de ello sería la escena en la que deciden enjuiciar a un hombre que encuentran en el territorio de Babylon, después de que los ciudadanos de esta aldea cometiesen una atrocidad con uno de los miembros de la compañía itinerante. Se muestra ante nosotros lo que parece ser un juicio por ese acto tan reprobable. Un juicio en el que no se ausentan las distintas visiones de la Justicia como método. Pero ¿es absoluto el honor y el respeto hacia ese código propio de la comunidad? ¿O más bien presenta fisuras e imperfecciones? Cada cual que saque sus propias conclusiones. 



En cuanto a las fuentes genuinas sobre las que se asienta la historia que rodea a Carnivàle, las mismas radican principalmente en la confrontación de dos aspectos: la problemática cuestión existencial de la vida terrenal, y la promesa onírica de una salvación trascendental. Y así es, los personajes que se muestran hundidos en las tinieblas del sufrimiento vital, se ven expuestos a una lucha interior en busca de una redención que no llega. La teología cristiana se pone en tela de juicio ante las injusticias a las que se ven arrastrados diariamente. En este contexto surgen los "profetas", que jugarán un papel definitivo en el destino de la humanidad. 

Y qué decir de las atmósferas, realmente turbadoras. Es innegable que se presentan momentos en los que las imágenes calan en las retinas, creando en el espectador una sensación de estupefacción difícil de superar. El terror es real, porque el mal que se muestra ante nosotros es un mal cercano, cotidiano; no solo espiritual (que es perceptible a primera vista), sino también terrenal (y si no, que se lo digan a las miles y miles de personas manipuladas y amedrantadas por el acero de las voces envenenadas, que son emitidas por discursos perniciosos). 




En definitiva, es una auténtica lástima que este proyecto fuese cancelado una vez finalizada la segunda temporada. La cancelación dio como resultado varias líneas argumentales de la historia sin terminar, y produjo que leales televidentes organizarán peticiones y unidades de distribución para obtener la renovación de la serie. Esto generó más de 50.000 correos electrónicos al canal en un solo fin de semana. Daniel Knauf no estaba convencido del éxito de esas medidas, pero explicó que las alternativas propuestas como la venta de Carnivàle a un canal de la competencia o la escisión de la historia no fuera posible porque HBO posee la trama y personajes de Carnivàle. Al mismo tiempo, Knauf confía en que, dada una base de fans bastante fuerte, HBO podría reconsiderar el futuro de la serie y permitir la continuación de la serie en otro medio, pero debido a la cantidad de material de la historia no utilizados que aún tenía, Knauf no estuvo a favor de terminar la historia Carnivàle con una película de tres horas. 




Concluyamos, no sin antes destacar las palabras que Samson recita al comienzo de esta maravillosa serie, y que nos sirven como billete de ida en esta tenebrosa fantasía: 

"Antes del principio,...
...después de la Gran Guerra entre el Cielo y el Infierno...
...Dios creó la Tierra y dio dominio sobre ella al habilidoso mono al que llamó Hombre.
Y en cada generación nació una criatura de luz y una criatura de oscuridad.
Y grandes ejércitos se enfrentaron de noche en la antigua guerra entre el Bien y el Mal.
La magia existía entonces, nobleza...
...y crueldad inimaginable.
Y así fue hasta el día que un falso sol explotó sobre Trinidad...
...y el Hombre cambió para siempre la maravilla...por la razón."




FICHA: Estados Unidos. 2003. T.O.: Carnivàle. Director: Daniel Knauf (Creator), Rodrigo García, Jeremy Podeswa, Jack Bender, Tim Hunter, John Patterson, Scott Winant. Fotografía: Jeff Jur, James Glennon, Jim Denault. Productora: Emitida por la cadena HBO; 3 Arts Entertainment / Home Box Office. Música: Jeff Beal . Reparto: Nick Stahl, Clancy Brown, Amy Madigan, Michael J. Anderson, Tim DeKay, Clea Duvall, Patrick Bauchau, Debra Christofferson, Diane Salinger, Adrienne Barbeau, Toby Huss, Cynthia Ettinger, Carla Gallo, Brian Turk, Ralph Waite, John Carroll Lynch, Robert Knepper, John Savage, John Hannah. Duración: 60 min. Serie de TV. Fantástico. Drama. Sobrenatural. Circo. Años 30. Gran Depresión. Religión. Road Movie. 

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